SEMANA DECISIVA PARA NUESTRA COOPERATIVA

La junta rectora de Extremeña de Pistachos Sociedad Cooperativa Agroalimentaria sigue volcada y trabajando a contrarreloj en la búsqueda de las mejores condiciones de financiación para nuestro proyecto. Tras descartar varias entidades bancarias que exigían el aval de los socios, las únicas opciones que a día de hoy se ajustan a nuestros requerimientos son Abanca y Sabadell. La semana próxima se presume decisiva para los intereses financieros de nuestra Sociedad. El lunes próximo nos reuniremos en Badajoz con Abanca y Extraval para conocer todos los detalles de su propuesta y analizar en qué medida la Sociedad de Garantía Recíproca Extremeña de Avales podría intervenir en la financiación de nuestro proyecto. Sabadell ya nos ha hecho llegar una oferta en firme que pasa por el 70% de la financiación de toda la operación (nave, reforma y maquinaria) con un año de carencia; una propuesta interesante que valoramos positivamente. Respecto a la compra de la nave, a inicios de mayo firmamos un documento de oferta vinculante y remitimos diversa documentación a la Sareb, la cual, según nos dicen, está aún en proceso de estudio. De igual modo, el órgano directivo de la cooperativa sigue trabajando de forma coordinada con el estudio de ingeniería en la redacción del proyecto a presentar a la convocatoria de ayudas a los grupos de acción local; el plazo finaliza el 24 de junio y tenemos serias esperanzas de poder optar al 100% de la ayuda, si bien es de vital importancia tener cerrados previamente los asuntos financieros. La lentitud de cada uno de los movimientos que solicitamos a las entidades bancarias, contrasta con el dinamismo y la energía con que nuestra cooperativa sigue creciendo. A día de hoy nuestra Sociedad está integrada por 87 socios de distintos puntos del suroeste ibérico y aglutina un total de 860 hectáreas. A tenor de la solicitudes de información que semanalmente recibimos por parte de agricultores/productores que desean conocer nuestro proyecto, es previsible que muy pronto podamos alcanzar la nada desdeñable cifra de las 900 hectáreas. Nadie ha dicho que las cosas sean fáciles; montar una empresa de este calado no se hace de la noche a la mañana, requiere de valentía, generosidad y de la suma del trabajo y el esfuerzo colectivo para superar las dificultades, que no son pocas. A pesar de ello, seguimos trabajando con enorme ilusión para que nuestra planta de procesado sea una realidad más pronto que tarde. Entre todos haremos realidad nuestro proyecto. El pistacho nos une. Be coop!